nuitricion para la concepción

Nutrición para la pre-concepción

Hay que ser muy necio para no observar el grave decaímiento en las tasas de natalidad así como el aumento en los problemas de fertilidad en parejas jóvenes. Más allá de haber escuchado a más de personaje hablar de la imperiosa necesidad de reducir la población mundial, cuando vemos la insistencia de parte del sistema de salud en la utilización de ciertas drogas (pastillas anticonceptivas, experimentos genéticos inyectables, etc.), sumado a la industria alimentaria y la agroindustria con todos sus agrotóxicos, así como las tendencias cada vez más fuertes hacia la eliminación del consumo de productos de origen animal (los verdaderos superalimentos) podemos comprender un poco el origen de todo esto.

Entonces… cuando hablamos de desintoxicar en realidad estamos hablando de dejar de ensuciar.  El cuerpo tiene sus propias vías de eliminación y una gran sabiduría ancestral que le permite limpiarse solo, en tanto y en cuanto no lo estemos ensuciando constantemente.

Aire, agua, productos alimenticios, mal nutrición, cosmética y farmacia, combinados con estrés y malos hábitos, son la causa de origen del 95% de los problemas de fertilidad.

Dejar de ensuciar el cuerpo, permite que las funciones biológicas se desarrollen en su mayor potencial, y entonces es cuando la vida tiene más posibilidades de abrirse paso. De todos modos, siempre hay excepciones, y no son pocos los casos de personas súper-intoxicadas que logran concebir… el problema es cómo se desarrollará esa vida luego, con qué limitaciones, con qué complicaciones.

Entre las cosas que ocurren cuando el cuerpo se limpia, podemos contar con:

  • Balance hormonal;
  • Optimización de hígado y riñones y sus funciones;
  • La posibilidad de que tu sistema digestivo descanse, se fortalezca y sane;
  • Evitar anormalidades cromosómicas en los óvulos;
  • Mejorar la calidad del esperma;
  • Mejorar la pared del útero;
  • Ganar energía;
  • Dormir mejor;
  • Disminuir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo;
  • Mejorar condiciones como endometriosis, fibrosis, quistes y SOP
  • Evitar enfermedades metabólicas (cáncer, diabetes, sobrepeso) y otras.

BPA, Ftalatos y otros disruptores

En 2018 se demostró que la exposición al BPA en el embarazo, incluso a niveles muy bajos, alteraba el desarrollo del cerebro y el comportamiento del futuro bebé.

Otro estudio, en el que se recogieron muestras de sangre del cordón al azar, el 90% dio positivo al BPA, un disruptor endócrino.

Los disruptores endócrinos están implicados en muchísimos temas hormonales y desórdenes reproductivos incluyendo:

  • SOP
  • Baja reserva ovárica
  • Fibroides uterinos
  • Endometriosis
  • Embarazo ectópico

En un estudio con ratones se demostró que los ftalatos interrumpen el ciclo reproductivo, reduciendo las chances de embarazo por hasta 9 meses hasta después de entrar en contacto con la sustancia, en tanto que el humo del cigarrillo reduce la reserva ovárica y aumenta las chances de abortos espontáneos.

Un tercio del total de casos de infertilidad se debe a un problema en el masculino, mientras que en otro tercio, se trata de una combinación de desórdenes en la pareja.

Específicamente, el conteo espermático y su calidad pueden verse negativamente afectados por las toxinas ambientales, así como por el consumo de azúcar, alcohol y comida procesada.

Por esto cuando digo que debemos dejar de ensuciar el cuerpo, me refiero a reducir el consumo de esos productos, así como también a evitar el contacto con los plásticos (BPA, ftalatos) y productos de cosmética.

¿Cómo ayudar a limpiar el cuerpo?

Además de dejar de intoxicarlo, podés utilizar algunos recursos que aceleran el proceso de eliminación de metales pesados y otras toxinas del cuerpo, estimulando las funciones de limpieza del hígado y los riñones.

Cardo mariano, diente de león, bardana y jengibre, ya sea en tinturas o decocciones, ayudan perfectamente a eliminar metales pesados del cuerpo y a reducir su impacto en la salud. También la zeolita clinoptilolita, de la que podés leer más en este post.

¿Metales pesados? Sí. Un estudio de 2004 detectó 287 químicos en el cordón umbilical de varis bebés, incluyendo mercurio, hidrocarburos, pesticidas organoclorados, todos ellos carcinógenos, neurotóxicos y causantes de problemas de nacimiento o en el desarrollo.

La exposición a toxinas en el útero están relacionadas a envenenamiento por plomo, asma, cáncer, desórdenes neurológicos como el autismo y más.

¿Cómo nutrirse adecuadamente para la concepción?

Los últimos estudios hablan de una mayor posibilidad de concebir en las mujeres que siguen una dieta baja en carbohidratos (menor al 40%) y alta en proteínas y grasas.

En un estudio llevado a cabo por el Dr. Russell en procesos de fecundación in vitro, el grupo de mujeres que siguió estos cambios alimenticios tuvo una notable mejora en los óvulos y en los embriones

El Dr Weston A. Price (de quien te dejo este otro post) descubrió que ciertos alimentos, como el hígado, la médula ósea, las huevas de pescado, las yemas de huevo y el sebo, eran básicos en la dieta de nuestros antepasados para facilitar la concepción y la creación de bebés sanos y hermosos. Hoy en día, la ciencia moderna nos dice por qué. Por ejemplo, sabemos que los espermatozoides sanos y los óvulos fértiles necesitan vitamina A de origen animal (llamada retinol) para funcionar correctamente. El hígado de animales de pastura es inequívocamente la mejor fuente.

Si bien las culturas ancestrales tenían períodos de hambruna por el clima, ellos ya sabían y asociaban el consumo de determinados alimentos con la fertilidad, y se los reservaban a las parejas jóvenes para esos perídoos.

Los nativo-americanos viajaban largas distancias para conseguir huevos de pescado disecados, que conservaban siempre para esas ocasiones. También pescados, órganos de animales y lácteos: todos fuentes de minerales y vitaminas liposolubles.

La mayor tasa de nacimientos se daba en junio, ya que, según afirmaban los nativos, ambos padres comían grandes cantidades de tiroides de alce, que cuando bajaban de las montañas para aparearse entrado el otoño, tenían estas glándulas en su mayor tamaño.

Leche, crema, manteca, eran también moneda corriente entre estos pueblos, desde las originadas por camellos en arabia hasta las de las vacas en suiza, ya que las grasas son de gran importancia para la absorción de los minerales.

Si seguimos mirando estudios antropológicos, es muy difícil encontrar huesos enteros de animales grandes: en todos los casos están rotos o agujereados, para poder extraer la médula, otro nutriente que valoraban muchísimo, así como los huevos, que no eran comunes, pero cuando conseguían, se aseguraban de comerlos.

No consumir suficiente vitamina A no sólo afecta a la producción de esperma en los hombres y al correcto desarrollo de la placenta o del bebé, sino que puede impedir el embarazo por completo. Además, puede dar lugar a más infecciones y enfermedades, así como a una disfunción tiroidea, todo lo cual puede tener también efectos negativos en la fertilidad

En lo que respecta a la fertilidad, la vitamina D es esencial para el desarrollo de espermatozoides, óvulos y placenta sanos. Además, la insuficiencia de vitamina D reduce los niveles de testosterona y perjudica la función ovulatoria.

Ahora, estos cambios en tu alimentación no producen efectos instantáneos. A tu cuerpo le va a tomar de 4 a 6 meses, si sos hombre, para producir y madurar los mejores espermatozoides. Lo mismo ocurre con los óvulos, que reciben una señal para iniciar su proceso de maduración final unos 150 días antes de ser liberados del ovario. Esto es especialmente importante si estuviste utilizando métodos anticonceptivos orales, que agotan el cuerpo de nutrientes importantes.