La proteína animal aumenta el riesgo de cáncer: esa es la conclusión del famoso libro “El estudio de China”. En el se basan la mayoría de las dietas vegetarianas, y esa información manejaba yo cuando no comía carnes.
Pero ¿Qué es lo que no cierra aquí?
El estudio llega a esa conclusión a partir de estadísticas y estudios en las que muchos niños de India morían o enfermaban de cáncer de hígado generado originariamente por la aflatoxina, una micotoxina que está muy presente en el maní y otras legumbres que se almacenan en malas condiciones de higiene y altos niveles de calor y humedad.
Pero, lo que en realidad demostraban los estudios, era que el consumo de proteína posterior a la exposición al carcinógeno, promovía el crecimiento del cáncer. Un dato que se omitió en el libro fue que el consumo de proteína durante o antes de la exposición a un carcinógeno, tenía en realidad un efecto protector: los mejores resultados se obtenían si las ratas eran expuestas a la proteína animal antes y durante la exposición, y se les disminuía en la dieta posteriormente, y los peores resultados, eran cuando las ratas tenían una dieta baja en proteínas antes y durante la exposición a cancerígenos, y se les aumentaba el consumo después de la exposición.
Por otro lado, proteína animal era específicamente caseína aislada: ningún humano se alimenta a base de eso y al mismo tiempo se expone a cancerígenos de forma premeditada; en un segundo estudio, era proteína de pescado combinado con aceite de maíz. Y ya sabés lo que pienso de los aceites de semillas. Muchos estudios posteriores han demostrado que la proteína aislada de suero de leche, que no es caseína, tienen una fuerte actividad anticancerígena.
Como si fuera poco, el mismo autor, Campbell, dirigió un estudio que no incluyó en su libro: si se combinaba gluten de trigo con lisina, formando una proteína completa aunque de origen vegetal, también aumentaba el desarrollo del cáncer en los ratones infectados.
Otro dato que omitió Campbell en su libro es que las ratas alimentadas con una dieta baja en proteína, tenían una tasa de mortalidad altísima comprada con las ratas con tumores que consumían proteína.
Otras investigaciones demostraron que si a los animales se les daban dosis bajas de carcinógenos de forma continua, el consumo de proteína los protegía. La razón de esto es que las proteínas apoyan la desintoxicación de carcinógenos y neutralizan su efecto.
Aún cuando las células cancerígenas necesitan proteína para crecer, si mantenés una nutrición robusta apoyando la desintoxicación, la reparación del ADN y la vigilancia del sistema inmune, con suerte no llegarás nunca al punto en el que tenés que restringir el crecimiento como estrategia para combatir el cáncer, porque nunca vas a tener cáncer.
Sin embargo, una vez que la enfermedad se instala, ahí sí necesitás pensar con más cuidado acerca del balance de apoyar a tu propio sistema vs alimentar el cáncer. Y es por eso que una dieta depurativa puede tener, eventualmente, efectos beneficiosos para quien atraviese esa enfermedad.
Las proteínas son la materia prima con la que tu cuerpo construye tejidos. Si harán crecer un músculo o un tumor, dependerá en gran parte de las decisiones que hayas tomado hasta ahora en hábitos y alimentación. Pero bajo ningún concepto podemos decir que comer proteínas de origen animal sea responsable del cáncer.
En definitiva, el cáncer es una enfermedad compleja y delicada y su tratamiento debe ser de igual modo. Las pacientes con cáncer no deberían limitarse a seguir la misma dieta que siguió tal o cual persona, porque los diferentes estadíos así como las diferentes características pueden jugar papeles muy importantes a la hora de sanar.
Hay ideas para “salvar el planeta” que en realidad son parte de una agenda que se viene instalando desde hace mucho tiempo. Sé cauteloso con las ideas, conceptos y dogmas que incorporás en tu vida. Pueden costarte caros.
Te ofrezco mi acompañamiento basado en la experiencia, el estudio y la investigación durante años en estos temas para poder lograr una mejor calidad de vida. Leé mi propuesta y escribime.
La mayor parte de este post es una traducción del original escrito por John Chrismaster, con algunos agregados míos para dar un contexto más completo.