fluor como neurotoxina

Toxinas ocultas: el flúor

Si algo aprendí el mes pasado con el post del protector solar, es que tengo que tener tacto para tocar ciertos temas. Así que hoy no voy a decir cosas como “el gobierno nos está envenenado” o “el dentífrico hará a tus hijos menos inteligentes”. No, para nada. Hoy sólo quiero contarte acerca de varios estudios que han encontrado una relación muy notoria entre el agua fluorada y, entre otras cosas, la reducción del coeficiente intelectual.

Desde los años 70’s, por ley nacional, en Argentina se agregan iones fluorados al agua potable de red, porque años antes unos estudios “demostraron” que esto reducía las caries en la población. Por supuesto que no se tuvo en cuenta que también junto con el agua fluorada, la población de post-guerra estaba recibiendo una alimentación un poco mejor que los años anteriores, así como también estaba accediendo a un conocimiento superior de la higiene dental de la que tenía hasta el momento. Y siendo que estos y otros factores a nivel poblacional y fuera de un laboratorio son imposibles de considerar, la conclusión de que el agua fluorada reducía las caries es traída de los pelos y funcional a ciertos intereses.

El flúor, un halógeno como el yodo (a quién le roba espacio dentro de tu cuerpo provocando que la tiroides funcione mal), no se usa como suplemento de ningún tipo. Es cierto que su aplicación tópica (esto si se pudo demostrar) reduce la incidencia de caries. Porque sus efectos tóxicos se hacen extensivos a las bacterias que producen las caries, ya que funciona como un disruptor enzimático, impidiendo que estas bacterias puedan “digerir” el esmalte. Pero en poblaciones con carencia de calcio y magnesio en el esmalte (normalmente a causa de la desnutrición) la ingestión de flúor y el contacto con los dientes produjo hipocalsificación e hipoplasia, con el consiguiente aumento de caries.

Si bien el flúor se encuentra naturalmente en el agua, en general es cantidades mucho más bajas que las del agua corriente. También se dispersa fluoruro en el medio ambiente a través de las industrias del aluminio y el carbón, el uso de fertilizantes y los procesos de fabricación.

La saliva ayuda a neutralizar los ácidos que facilitan la formación de caries y ayuda a remineralizar los dientes. Es por esto que quienes tiene poca secreción salival, pueden producir más caries. También ocurre que la microbiota de la boca puede convertirse en cariogénica en presencia de muchos azúcares o carbohidratos fermentables. Entonces, hay muchos factores que inciden en la formación de caries, y esto dificulta la determinación exacta de la contribución del flúor agregado al agua en la prevención de la caries.

En un meta-análisis de 27 estudios, en su mayoría basados en China, sobre el flúor y la neurotoxicidad, investigadores de Harvard y de la Universidad de China eencontraron fuertes indicios de que el flúor puede afectar negativamente al desarrollo cognitivo de los niños.

También se notó en varios estudios un impacto del flúor ingerido en la glándula tiroides. Los mecanismos a través de los cuales el flúor exacerba el hipotiroidismo incluyen la unión competitiva con el yodo, así como la obstrucción de la síntesis de T3 y T4.

Este metaanálisis da cuenta de todo lo que te menciono en el post.

Finalmente, lo que para mí es lo más relevante de todo esto, un estudio de investigación realizado en la década de 1990 descubrió altas concentraciones de flúor en las glándulas pineales de los participantes. El flúor procedente del agua y los pesticidas se acumula en la glándula pineal más que en cualquier otra parte del cuerpo. Tras su acumulación, forman cristales, creando una cáscara dura llamada calcificación.

Si bien los cristales también pueden formarse en las articulaciones, las válvulas del corazón y el tejido mamario, perjudicando su normal funcionamiento, en el caso de las calcificaciones de la pineal, puede volverse incapaz de producir melatonina. Pero no sólo esto, sino que la glándula pineal es la encargada en nuestro cuerpo de producir DMT, la molécula de Dios, la misma que contiene por ejemplo, la ayahuasca, esa que puede llevarnos en estado de meditación a alcanzar estados alterados de conciencia que pueden transformar notablemente nuestras vidas.

¿Cómo evitar entonces que el flúor nos dañe por dentro? No podemos evitar que los gobiernos de todo el mundo continúen fluorando el agua, pero sí podemos filtrar ese agua. Los filtros de carbón activado no quitan todo el flúor, pero sí una buena parte. Los filtros de arcilla/caolín/cerámica remueven prácticamente todo el flúor y también los de ósmosis inversa. Otra solución es arrojar una cucharadita de caolín cada 5 litros de agua, agitar fuerte, dejarlo reposar y luego trasvasar dejando el fondo con el caolín, que habrá atrapado al flúor junto con otras sustancias tóxicas.