A todos nos gustaría conservar un buen pelo durante años.
Desde la época de Sansón, una hermosa cabellera es sinónimo de fuerza y poderío. De hecho, a los soldados romanos se les empezó a cortar el pelo para someterlos al poder de sus superiores con mayor facilidad, y de ahí viene “soldado raso”: rasurado.
Entonces… cuando tu pelo empieza caerse, afinarse, debilitarse… sentís que algo empezás a perder.
Si bien hay una condición genética que establece aproximadamente en qué momento de tu vida esto comienza a suceder, lo cierto es que hay muchas condiciones epi-genéticas que van a determinar su concreción.
Vamos entonces con las causas:
Maltrato directo: el uso de tinturas, temperaturas, productos químicos de alisado o enrulado, etc. Toda agresión que le hacés a tu pelo para que se vea diferente a cómo es por naturaleza, lo va a debilitar. Ya sea la acción directa sobre él o sobre el cuero cabelludo. Esto se hace particularmente más notorio en las mujeres que insisten en andar cambiando su color o su textura constantemente, en vez de realzar la belleza propia de lo que la naturaleza les dio.
Estrés: obviamente si estás bajo mucho estrés, los recursos se van a destinar a tareas de emergencia dentro de tu cuerpo, y mantener un cabello lindo es la menos importante. Te invito a escuchar el episodio de mi podcast sobre el estrés para comprender un poco más todo lo que dispara en tu cuerpo y cómo lidiar con él.
Falta de olla: ah, me encanta este término y no me canso de usarlo. Quisiera que lo grabes a fuego en tu memoria: TE FALTA OLLA! Cuando hay deficiencia de nutrientes en tu alimentación, estás en una situación similar a la provocada por el estrés: tu cuerpo elije atender las cosas más importantes y urgentes, y el pelo no es una de ellas.
Hipotiroidismo: si tenés mucho estrés y te falta olla, no es raro que la tiroides empiece a funcionar raro… reduciendo el metabolismo y la distribución de energía en el cuerpo, por lo tanto, dando menos energía al cuero cabelludo. La señalización de la hormona tiroidea es un determinante importante de la movilización de las células madre fuera de su nicho en el bulbo piloso. Estos se correlaciona con los defectos cutáneos observados en ratones y las alteraciones encontradas en los trastornos tiroideos humanos. Si estás experimentando problemas con tu tiroides, esta masterclass es para vos.
Entonces la conclusión parece obvia, no? Dejá de agredir a tu pelo, tu cuero cabelludo y sistema nervioso, y empezá a nutrirte adecuadamente.
Pero así y todo, hay algunos suplementos que pueden ayudarte, porque diversos estudios han demostrado que las personas con problemas capilares muestran deficiencia de ellos. Generalmente se resuelven con una buena alimentación, pero a veces podemos acelerar el camino acompañando con suplementos. Siempre y cuando tu hígado funcione lo suficientemente bien para metabolizarlos y esto también va a depender de tu correcta alimentación y adecuado estilo de vida.
Que no te resulte muy raro el léxico, son todas citas de los estudios que pongo al final:
Hierro: aunque se desconoce el mecanismo de acción por el que el hierro influye en el crecimiento del cabello, las células de la matriz del folículo piloso son algunas de las que se dividen más rápidamente en el organismo, y la deficiencia de hierro puede contribuir a la caída del cabello por su papel como cofactor de la ribonucleótido reductasa, la enzima que limita la velocidad de síntesis del ADN. Además, se han identificado múltiples genes en el folículo piloso humano y algunos pueden estar regulados por el hierro. En un modelo de ratón, la reversión de la deficiencia de hierro condujo a la restauración del crecimiento del pelo.
Zinc: es un mineral esencial requerido por cientos de enzimas y múltiples factores de transcripción que regulan la expresión génica. Aunque el mecanismo exacto de acción no está claro, una posibilidad se centra en el papel del zinc como componente esencial de numerosas metaloenzimas importantes en la síntesis de proteínas y la división celular. Otra posibilidad es el papel del zinc en la vía de señalización Hedgehog, un componente crítico en las vías que rigen la morfogénesis del folículo piloso.
Selenio: es un oligoelemento esencial que interviene en la protección frente al daño oxidativo y en la morfogénesis del folículo piloso. Las ratas deficientes en selenio presentan un crecimiento escaso del pelo mientras que los ratones carentes de selenoproteínas específicas muestran una pérdida progresiva del pelo tras el nacimiento.
Vitamina D: los datos de estudios con animales sugieren que la vitamina D desempeña un papel en el ciclo del folículo piloso. En un estudio de ratones tratados para modelar el raquitismo dependiente de la vitamina D, los animales resultantes desarrollaron pérdida de pelo. Estudios in vitro han demostrado un aumento de la expresión del receptor de la vitamina D en los queratinocitos de la vaina radicular externa durante las fases de crecimiento del ciclo del pelo.
Los tratamientos que aumentan la regulación del receptor de la vitamina D pueden tener éxito en el tratamiento de los trastornos capilares y son un área potencial de estudio adicional.
Vitamina A: es un grupo de compuestos que incluye el retinol, el retinal, el ácido retinoico y los carotenoides provitamina A. En estudios con murinos, se ha demostrado que la vitamina A dietética activa las células madre del folículo piloso aunque se reconoce que su papel es complejo y que “se necesitan niveles precisos de ácido retinoico para el funcionamiento óptimo del folículo piloso. Los retinoides pueden ser importantes para cambiar el estado de los folículos en regresión. Aumentan la tasa de crecimiento del pelo, prolongan la fase anágena del ciclo piloso y desempeñan un papel en la conversión de los pelos vellosos en pelos terminales,
Biotina: la vitamina B7 sirve de cofactor para las enzimas de carboxilación. En folículos pilosos aislados de oveja, la incubación en soluciones que contenían biotina produjo un aumento de la concentración de ADN y de la síntesis de proteínas.
Proteínas: están compuestas por aminoácidos, como la L-lisina que puede desempeñar un papel en la absorción de hierro y zinc. La adición de L-lisina a la suplementación con hierro produjo un aumento significativo de la concentración media de ferritina sérica en algunas mujeres que no respondieron a la suplementación con hierro sola. La producción de queratina (una proteína fibrosa que es el principal constutuyente estructural del pelo) depende directamente del consumo de proteína.
Antioxidantes: el estrés oxidativo se ha relacionado con la caída del cabello. Estudios in vitro de células de papila dérmica de pacientes masculinos han demostrado que el estrés oxidativo puede tener un papel importante en el fenotipo de calvicie.
Entonces… si querés tener un pelo fuerte y sano, asegurate de estar dándole a tu cuerpo todo lo que necesita. Si todo esto te parece demasiado confuso o difícil, yo puedo ayudarte en tu camino de cambio de hábitos y alimentación con mi mentoría personalizada. Hacé click en este enlace para saber más.
FUENTES:
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/0738081X88900776
https://link.springer.com/article/10.1007/s13555-018-0278-6
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5315033/