curar diabetes con miel

Revirtiendo la diabetes con glucosa y fructosa

¿Te imaginás curar la diabetes tipo 2 (DM2) o el síndrome metabólico (SM) a base de glucosa y fructosa? Ehhh, pará goloso, no te apurés. Vamos por partes.

El SM es una constelación de cinco factores de riesgo que comprenden la obesidad central, la hiperglucemia, la dislipidemia y la hipertensión.

Se trata de desórdenes metabólicos que se producen a causa de agredir constantemente a tu cuerpo cuando no respetás las leyes de la biología. Sobre todo por el consumo excesivo de carbohidratos, en especial azúcar (glucosa).

Entonces… ¿Cómo es que podrías corregir esto con glucosa, y encima fructosa? El secreto parece ser una secreción de origen animal que unifica estas dos sustancias junto con enzimas, vitaminas, minerales, oligosacáridos y compuestos fenólicos que comúnmente llamamos… MIEL. Y me refiero a miel pura, orgánica y cruda.

Cuando hay obesidad, hay hipertrofia de adipocitos (las células grasas), lo que aumenta los ácidos grasos libres en plasma, una de las causas de la resistencia a la insulina. A su vez, esto dificulta el movimiento de un transportador de proteínas que señaliza a la insulina, y al mismo tiempo se activan ciertos macrófagos que liberan citoquinas inflamatorias. Una revisión de estudios concluyó que el consumo de miel (dejando de lado, por supuesto, todos los azúcares, edulcorantes y reduciendo el consumo de carbohidratos) podría ser la clave para revertir estos procesos.

Sabermos que la microbiota intestinal es capaz de aumentar la cosecha de energía de la dieta y alterar el metabolismo de los lípidos del huésped influyendo directamente en la fisiopatología de la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes mellitus. Los oligosacáridos presentes en la miel parecen tener la capacidad de alterar positivamente la microbiota para corregir estos factores.

Numerosos estudios han informado de los efectos beneficiosos de la miel en la reversión del síndrome metabólico a través de sus acciones antiobesidad, hipoglucemiantes, hipolipemiantes e hipotensoras.

Un estudio concluyó que la ingesta de miel reduce los niveles de azúcar en sangre y evita el aumento excesivo de peso. También mejora el metabolismo de los lípidos reduciendo el colesterol total (CT), los triglicéridos (TG) y las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y aumentando las lipoproteínas de alta densidad (HDL), lo que conlleva una disminución del riesgo de aterogénesis. Además, la miel mejora la sensibilidad a la insulina, lo que estabiliza aún más los niveles de glucosa en sangre y protege al páncreas de la sobreestimulación provocada por la resistencia a la insulina. Además, las propiedades antioxidantes de la miel contribuyen a reducir el estrés oxidativo, que es uno de los mecanismos centrales del síndrome premenstrual. Por último, la miel protege la vasculatura de la disfunción y la remodelación endotelial.

Un estudio muy interesante llevado a cabo en Irán con 48 pacientes con DM2 divididos en dos grupos durante 8 semanas, encontró que el grupo que consumió miel (comenzando con 1g x kg de peso al día), al cabo del estudio redujo la glucosa en ayunas, los triglicéridos, el colesterol LDL, y aumentó el HDL. Una pequeña variación hacia arriba de la hemoglobina glicosilada es lo único negativo que arrojó el estudio, pero yo estoy seguro a que se debió a que los pacientes no hicieron ningún otro cambio en su dieta ni en sus hábitos, sólo incorporaron la miel.

Estoy empezando a estudiar la miel y me encuentro con cientos de estudios muy interesantes, así que a medida que avance, te iré contando más sobre ella.

https://www.mdpi.com/2072-6643/10/8/1009

https://www.mdpi.com/1420-3049/17/1/248/htm

https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0308814622011918

https://www.mdpi.com/1420-3049/26/4/808/htm

https://www.tandfonline.com/doi/full/10.3109/09637480801990389