¿Qué estamos comiendo? Hoy: Golosinas y comida chatarra

En los últimos años en nuestro país se han duplicado los niveles de obesidad infantil, junto con graves problemas de salud relacionados con una mala alimentación que no existían en la infancia: diabetes, hipercolesterolemia, hipertensión, depresión, y hasta enfermedades cardiovasculares.

¿Y cómo hemos llegado a esto? Por una saturación desde los medios y la industria, de alimentos que en realidad ningún niño necesita, pero cuya necesidad han sabido generar a nivel psicológico, y que como adultos no hemos sabido manejar con inteligencia. A esto hay que sumar un sedentarismo cada vez mayor, mucha carga horaria sea por esscuela u otras actividades, que producen niveles de stress y ansiedad que son fáciles de tapar con comida chatarra.

Los niños no tienen una necesidad real de dulces y golosinas, más que la que le creamos nosotros, entonces ¿por qué introducir tan temprano alimentos industrializados en su alimentación? ¿Qué nos pasa como padres que necesitamos de las golosinas para estimular (o más bien negociar) las conductas deseadas? ¿Por qué darle a niño de dos años o menos, golosinas llenas de azúcar, colorantes, mejoradores del sabor y otros productos tóxicos?

No estoy diciendo que reprimas sus ganas de comer cosas dulces, ni que lo mantengas en una burbuja: te estoy pidiendo que no estimules desde casa esas conductas. Siempre se pueden elaborar en casa golosinas más sanas, de manera fácil y económica. Sólo se necesita tiempo y ganas, y te aseguro que podés encontrarlos si tenés en cuenta en cuánto puede beneficiar a la salud de tu hijo decir “no” a las golosinas de kiosco y darle en su reemplazo algo hecho en casa.

Cuando yo era chico, allá por los 80, las golosinas tenían tres ingredientes: harina, grasa y azúcar. Eventualmente algún colorante. Otro tanto pasaba con la famosa bebida cola: sólo la tomábamos en ocasiones especiales, mientras que hoy, algunos niños toman más de medio litro por día. Así como la cantidad de golosinas se multiplicó, también sus ingredientes nocivos:

A esto hay que sumar un bombardeo constante en la tele: Antes sólo podíamos ver a Mazinger después de que Arnaldo André le pegara un par cachetazos a la Kuliok en la telenovela de la tarde: pero hoy los niños tienen 10 canales que transmiten todo el día programación para ellos, intercalada con publicidades no sólo de golosinas, sino también de comida chatarra como las famosas hamburguesas, asociadas a sus personajes favoritos, y estimulando así su consumo.

Tal vez tu hijo no es obeso ni tiene diabetes y pienses que éste no es tu problema; pero si ponés atención, es probable que todos los meses te encuentres con alguna gastroenteritis, otitis, rinitis, broncoespasmos o algún tipo de alergias y ni hablar de la caries dental. También puede haber cuadros leves de déficit atencional o problemas con el sueño. Y con seguridad la alimentación que les das tiene mucho que ver con esto.

Además los hábitos de alimentación que genere a esta edad lo acompañarán durante toda su vida, moldeando así su salud. Por eso quiero presentarte mi MasterClass sobre Alimentación Saludable en la infancia, por favor, no dejes de leer la descripción aquí: seguramente será un gran cambio en la relación de tus hijos con el alimento.

Mientras en otros países se sancionan leyes que prohíben la publicidad de comida asociada a personajes infantiles, y otras que obligan a los fabricantes a declarar las cantidades reales de azúcar, grasas trans y sodio en los alimentos, aquí sancionamos leyes (Artº2 inciso E de Ley nº13272) que impiden a quien no ostente el título de nutricionista -y esté matriculado-, hablar públicamente de estos temas, ya sea periodista, investigador, coach o incluso médico, en franca violación al derecho a la información y a libertad de expresión garantizados por la Constitución Nacional y el Pacto de San José de Costa Rica, al que nuetra Carta Magna adhiere.

Los niños tienen derecho a una infancia feliz y sana, y a gozar de la misma salud durante su vida de adultos. Darles comida chatarra hoy, es hipotecar su futuro. Hagamos juntos un esfuerzo por educarlos en una alimentación adecuada para su edad.

Convención sobre los Derechos del Niño -UNICEF: Principio IV: El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social. Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberá proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y posnatal. El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.