Yo sé que te sentís re-en-el-futuro con tus auriculares inalámbricos y que son súper cómodos (yo vivo desenredando cables de auriculares), pero tenés que saber una cosa: cuando los usás tu cerebro queda encerrado en un campo electromagnético con la misma frecuencia que el horno a microondas.
¿Tinitus, dolor de cabeza, mareos, pérdida de memoria, alteraciones en los patrones de sueño, hipertensión, hipotiroidismo o cambios de humor? No descartes que tus negros amiguitos puedan ser la causa o al menos un factor preponderante.
Pero ojo, porque también tu smartwatch tiene un efecto similar, aunque menor estando lejos de tu cabeza, más constante porque lo usás todo el día. Y los efectos son acumulativos.
La tasa de absorción específica (SAR) es una medida de la velocidad a la que un cuerpo humano absorbe energía por unidad de masa cuando se expone a una radiofrecuencia (RF). ¿¿QUÉ?? Bueno, básicamente es cómo afecta una radiofrecuencia a tu cuerpo de acuerdo a tu peso. Y radiofrecuencia es también BlueTooth (en una banda de 2.4 ghz).
A mediados de los 90’s, los “científicos” establecieron el SAR en 1,6 watts por kg de peso como segura en el corto plazo (no podían establecer a largo plazo porque no había estudios hasta el momento).
Pero ya en 2015, otro grupo de (250) científicos, esta vez sin comillas, elevaron una petición a la des-organización mundial de la salud (qué ilusos) expresando su grave preocupación por los serios riesgos para la salud asociados a los campos electromagnéticos emitidos por dispositivos inalámbricos, sobre todo en embarazadas y niños.
Los efectos listados en esta petición incluyen:
- aumento de riesgo de cáncer
- estrés celular
- aumento de radicales libres dañinos
- daños genéticos
- cambios estructurales y funcionales del sistema reproductor
- déficits en el aprendizaje y la memoria
- trastornos neurológicos
- efectos negativos en el bienestar general de los seres humanos, plantas y animales
SI agregamos los efectos del celular, el módem wifi y las antenas, y sumamos la contaminación con metales pesados, tenemos la combinación perfecta para enfermarnos, asustarnos y volvernos dependientes del sistema de salud.
Muchas veces estamos haciéndonos daño sin siquiera darnos cuenta. Te invito a tomar una consultoría conmigo para mejorar notablemente tu calidad de vida, revisando desde tus hábitos hasta tu alimentación para descubrir qué cosas cambiar para desarrollar todo tu potencial.
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