Omega 3: Nutriente esencial para sanar

Seguro escuchaste ya decir que los “omega 3” son importantes, pero ¿por qué? ¿son todos iguales? ¿en dónde se encuentran?

Vamos primero con lo que más te importa: se ha probado su eficacia para todo esto:

REDUCCIÓN DE:

  • Inflamación en todos los tejidos
  • LDL y triglicéridos
  • Cardiopatías
  • Síntomas de Hiperactividad y déficit atencional
  • Síntomas de enfermedades autoinmunes
  • Hígado graso
  • Síndrome metabólico
  • Crisis de asma }
  • Degeneración macular

Y una capacidad para mejorar:

  • La capacidad y el rendimiento cognitivo
  • Desarrollo del embarazo y la lactancia (vista y cerebro sobre todo)
  • Memoria y capacidades en personas con problemas neurodegenerativos (Alzheimer incluido)
  • Recuperación de huesos, cartílagos, articulaciones

Se trata de ácidos grasos esenciales poliinsaturados de cadena larga o muy larga, cuyo primer doble enlace se encuentra en el tercer carbono a partir de su final Omega (los omega 6 y 9, tienen su primer doble enlace en se número de carbono, y de ahí su nombre).

Ahora, entre los omega 3 más importantes tenemos ALA, DHA y EPA, siendo los dos últimos los que reúnen el potencial más alto para el tratamiento de todos esos problemas.

¿En dónde se encuentran? Principalmente en los pescados. La merluza por ejemplo, cuenta con medio gramo cada 100, en cambio el atún tiene 3 gramos cada cien… el problema con el atún es que por ser un pez tan grande, tiene altas cantidades de mercurio (además de que en Argentina es muy difícil conseguirlo fresco, y las versiones enlatadas están contaminadas con aceites industriales y el BPA propio de la lata). La yema del huevo también es una gran fuente, y la grasa de animales criados a pasto.

En cambio, las nueces, las semillas de chía y lino son ricas en Omega 3 pero sólo en ALA. Si bien tu cuerpo puede convertir ALA en DHA o EPA, lo hace a una tasa muy baja (entre 4% y 6%), aunque en mujeres en edad reproductiva esta tasa se duplica, el alto contenido de Omega 6 (girasol, maíz, soja, etc) en las dietas occidentales hace que esa capacidad ese reduzca hasta en un 50%.

¿Cuánto necesito? La dosis diaria está alrededor de los 400 mgs, pero cuando querés hacer un uso terapéutico, hablamos de cantidades muy superiores: entre 1 y 4 gramos, y para esto es más eficaz el uso de suplementos. El problema con los suplementos de aceite de pescado es que pueden contener altas trazas de mercurio, que terminan siendo perjudiciales: elegí siempre uno con certificación IFOS libre de mercurio.