¿Notaste que cada vez hay más parejas jóvenes con problemas para concebir? ¿Y muchos hombres jóvenes con cuadros de depresión o falta de determinación en sus vidas? Diversos estudios a lo largo de los últimos años están demostrando que los hombres cada vez tienen menos testosterona sérica (en sangre) y también está disminuyendo su capacidad reproductiva como consecuencia de ello (menor conteo espermático).
Cuando tu cuerpo no produce suficiente testosterona, estas son las consecuencias:
- Debilidad ósea (mayores fracturas) y muscular (menor fuerza)
- Ginecomastia (desarrollo de “tetas” en hombres y niños)
- Mayor acumulación de grasa corporal
- Estados de depresión
- Falta de determinación
- Disminución de la líbido
- Disfunción eréctil
Imagino que ya estarás evaluando las consecuencias personales que todo esto puede traer, pero… a nivel social, todas estas características son muy funcionales a un sistema de consumo que prefiere mantenerte dormido.
¿Qué es la testosterona?
¿Te acordás de tu entrada en la adolescencia? Bueno, se la debés a la testosterona: tanto en niños como en niñas, da inicio a la pubertad, produciendo el olor corporal, vello púbico y crecimiento y maduración ósea. Más adelante, la testosterona se ocupa de agrandar el tamaño del pene y del clítoris, disminuir la grasa corporal y redefinir el rostro masculino.
El hombre tiene una concentración diez veces mayor en sangre, y una producción endógena 20 veces mayor con respecto a la mujer.
La testosterona es responsable de varias diferencias notorias entre hombres y mujeres: la voz más grave, huesos más grandes y fuertes, desarrollo muscular, vello coroporal y producción de esperma así como desarrollo de los órganos sexuales.
¿Tenemos que estar todo el tiempo los hombres con la testosterona a tope?
No, sería imposible la convivencia y la continuidad de la especie: hay momentos de la vida en los que la naturaleza a ha decidido acercarnos a las mujeres en esto: el enamoramiento produce una disminución de testosterona en el hombre y un aumento en la mujer, logrando reducir las diferencias de comportamiento ambos géneros para mejorar la relación.
La paternidad también disminuye los niveles de testosterona en los hombres, sugiriendo que los cambios en el comportamiento y emocionales promueven el cuidado paternal (yo nunca fui Clint Eastwood, pero te puedo asegurar que la paternidad me ablandó mucho).
Finalmente, nos emparejamos con las chicas cuando la testosterona y las endorfinas en el semen eyaculado se encuentran con la pared cervical después de una relación sexual: reciben un shot de testosterona, endorfina, y oxitocina, y nosotros después del orgasmo experimentamos un incremento de endorfinas y de oxitocina. La naturaleza quería que todos la pasemos bien.
¿Por qué hay hoy menos testosterorna que hace 20 o 40 años?
La testosterona es producida a partir del colesterol (como todas las hormonas) y aquí encontramos la primera relación con la alimentación: el consumo de grasas de origen animal se vuelve fundamental para la salud endócrina/hormonal y hace años que nos vienen engañando con eso de que “comer grasa hace mal”.
Ojo: comer más grasa no quiere decir tener más grasa en el cuerpo. De hecho, si venís leyéndome hace tiempo, ya sabrás que el exceso de grasas industriales y carbohidratos (y no de grasas naturales) es lo que genera grasa corporal. Y justamente, el aumento de tejido adiposo reduce la producción de testosterona, ingresándote en un círculo vicioso: mientras más grasa hay en tu cuerpo, menos testosterona producís, y esto hace que se acumule más grasa.
Pero a esto debemos sumarle otro factor: xenoestrógenos. Se trata de sustancias químicas (de origen natural o sintético) muy similares a los estrógenos, que producen en nuestro cuerpo efectos similares.
Por un lado parabenos, BPA y ftalatos, presentes en cosméticos, plásticos en los que se envasan alimentos (latas de alimentos, botellas de plástico, etc.) y elementos con los que estamos en contacto todo el tiempo (los tickets que emiten las terminales de tarjetas de crédito, cajeros automáticos, etc.) y por si esto fuera poco, agrotóxicos: estamos siendo fumigados (nosotros y lo que comemos) con sustancias que alteran las funciones endócrinas.
Por otro lado, fitoestrógenos (siendo la principal fuente la soja y todos sus derivados) aumentan la actividad estrogénica en tu cuerpo, reduciendo la testosterona con todas las consecuencias que ya te conté. Por favor, no le des leche de soja, tofu ni otros derivados a tus hijos!
Finalmente, el sueño: dormir poco y mal es devastador para la Testosterona. Los picos de producción se producen junto con el sueño a la salida del sol (por eso es normal despertar con una erección si tuviste un buen descanso). Pero trasnochar, estar con electrónicos hasta cualquier hora, el exceso de alcohol y café, los malos hábitos a la hora de cenar, corrompen el ciclo circadiano e impiden este fluir natural.
Bueno, ya me contaste las malas noticias, ¿Qué puedo hacer?
Es todo tan sencillo…. HÁBITOS Y ALIMENTACIÓN. Lo más fácil, lo primero que podés comenzar a hacer ya mismo es dormir más y mejor. Cená más temprano, acostate más temprano y no te quedes boludeando con el teléfono hasta cualquier hora.
Segundo: dejá de comer basura! alimentate con comida real, esa que comía tu abuelo cuando era chico (no la que come ahora, que debe ser lo mismo que estás comiendo vos). Huevos! Muchos huevos. Carne vacuna, hígados, pollo, pescado. Si no querés comer carnes, HUEVOS!!! Legumbres que no sean soja, con muchas horas de remojo y muy cocidas. Queso duros de buena calidad.
La carencia de grasas de calidad, Zinc y la Vitamina D influyen negativamente en la producción de testosterona. La alimentación basada en productos industriales, alta en carbohidratos y baja en alimentos naturales, sumada al sedentarismo, constituye gran parte del problema.
Así que tercero: empezá a moverte! La producción de fuerza muscular libera miokinas en el músculo que son antagonistas de las adipokinas, reduciendo la grasa corporal y permitiendo nuevamente el aumento de testosterona. Por eso es tan importante la actividad muscular de fuerza sobre la aeróbica. Levantá cosas pesadas, subí escaleras, hacé sentadillas y flexiones de brazos!
Y tomá quince minutos diarios de sol entre las 10 y las 14.
Una llamada a la acción…
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