Tïbicos o Kéfir de agua: regulariza tus intestinos y mejora tus defensas

Sociedad constipada

Nuestra sociedad parece tener graves problemas para ir al baño. Al menos eso se desprende de la cantidad de productos -y sus publicidades en medios- como Activia o Agarol. Y no es de extrañar teniendo en cuenta los siguientes factores:

  • sedentarismo
  • stress
  • mala alimentación

Es decir que corrigiendo esos tres factores, podrías volver a tener un funcionamiento regular de tus intestinos. Pero si estás leyendo este post, probablemente ya lo sabías y no entraste acá para que yo te diga eso, si no para que te dé una solución más práctica. Para ello desarrollé un curso online sobre Salud Intestinal y Microbiota que te va a encantar, pero además, hoy quiero hablarte acerca de los tíbicos o kéfir de agua.

¿Qué son?

Los nódulos de tíbicos (o kéfir de agua) son una estructura polisacárida donde conviven en simbiosis diversos microorganismos. Tiene forma granulada, gelatinosa y transparente. Dejándolo 24hs en agua junto con azúcar y algunas frutas se obtiene una bebida carbonatada que va a repoblar tu flora intestinal. Te tomás un vasito en ayunas todas las mañanas y al cabo de unos días vas a ver cómo tu organismo empieza a funcionar de maravillas. No es que te vas a ir corriendo al baño, no es un laxante ni nada por el estilo: es un aliado natural que al permitir al intestino recuperar su flora te va a dar los siguientes beneficios:

  • mejor digestión
  • regularización intestinal
  • aumento de las defensas
  • purificación sanguínea
  • mejora los sistemas renal, nervioso y hepático, por su riqueza en vitaminas del grupo B
  • reduce las flatulencias y la fermentación
  • reduce el colesterol
  • y por si todo esto fuera poco, se ha demostrado su acción antitumoral, antibiótica, antimicrobiana, y antihistamínica

Con respecto al último punto, se trata de estudios aislados, in vitro la mayoría, por lo que no se puede decir así como así que cura el cáncer, pero también es cierto que estos estudios son muy caros y no hay gran interés en financiarlos ya que esto no le dejaría dinero a ningún particular a cambio de tu salud.

Encontré un estudio que demuestra sus características cicatrizantes y su efectividad para combatir la candidiasis (candida albicans), pero sólo pude acceder gratis a su resumen en donde daba esa conclusión. Buscando en scholar.google.com he encontrado muy poco, por esto que te decía que parece no ser negocio para nadie invertir dinero en investigar un “medicamento” gratuito, aunque hubo algunos pioneros (como el prof. Nokimowa en Japón o el Dr. Kranzek en Alemania) hace más de 50 años.

Por otro lado, ciertas variedades de tíbicos podrían empeorar los casos de candidiasis, te invito a leer este otro post para entender por qué.

Otra gran ventaja tiene que ver con la repoblación intestinal luego de la toma de antibióticos. Si por algún problema de salud estuviste con un tratamiento de este tipo, seguramente tu flora ha sido diezmada, provocando problemas gastrointestinales desde leves a severos, con la consiguiente baja en tus defensas. Tomar agua de tíbicos durante al menos diez días, después o durante el tratamiento de antibióticos, va a ayudarte mucho a evitar esos inconvenientes

Un regalo para regalar

Otra particularidad es que se reproduce constantemente: al dejarlo en remojo 24hs, cuando abrís el frasco, hay un 10 a 20% más de lo que tenías antes. Por eso es costumbre regalarlo, nadie tendría que querer venderte tíbicos, porque crece sin parar y lo regalás o te invade la casa. De aquí también su inviabilidad para producir dinero y por tanto, para ser investigado.

Es originario de la zona del Tíbet, en donde las personas que aun realizan un consumo diario alcanzan edades muy avanzadas gozando de muy buena salud.  Dicen que la Madre Teresa lo trajo de contrabando hasta México y de allí se expandió por América. Está emparentado con el kéfir, que se fermenta en leche, y es muy similar en su estructura. La palabra kéfir en turco quiere decir “bendición” y aparentemente fue un regalo de dios a Gilgamesh para que pudiera vivir más años, ya que éste le pedía la inmortalidad y el dios no estaba dispuesto a entregársela

¿Cómo se prepara?

Yo lo hago así: dos cucharadas llenas de nódulos en un frasco de vidrio con 1/2 litro de agua, dos cucharadas de azúcar (de cualquier tipo) al ras, y dos ciruelas deshidratadas, o higos, o dátiles, o algunas pasas de uvas. Lo tapo con tapa a rosca y lo dejo 24hs, -en verano, 48 en invierno- lo cuelo, separo los nódulos para volver a hacer, tiro las frutas y ya está. Me tomo un vaso en ayunas.

Si pasó mucho tiempo sin preparse, puede tomarle más tiempo la fermentación. Para saber si está listo, tenés que probarlo y NO tiene que tener gusto a agua con azúcar, sino ligeramente ácido y levemente gasificado. 

En mi curso sobre salud intestinal y microbiota, te enseño a preparar paso a paso ésta y otras preparaciones que pueden cambiar radicalmente tu calidad de vida. Aprovechá ahora para ver algunas lecciones gratuitas en el enlace.

Segunda fermentación

A esta bebida que obtuviste, podés combinarla al 100% con jugo de frutas natural (por ejemplo, medio litro de agua fermentada, con medio litro de jugo de naranjas exprimidas). Lo tapas y lo dejás de 24 a 48 hs fermentando nuevamente. Vas a obtener una “gaseosa” natural. 

Conclusión

Así que ya sabés, si querés mejorar tu tránsito intestinal y de paso obtener muchísimos beneficios más, entre ellos la larga vida (siempre que no te pise un auto), los tíbicos son lo tuyo. Además es delicioso, ya que queda como una especie de bebida finamente gasificada y combinado con jugos de frutas naturales es incluso muy refrescante en verano y un excelente aperitivo.