Atención: algunos alimentos podrían ser muy nocivos para tus niños

[sgmb id=”1″]Hace unas semanas salió una nota en los principales diarios de Argentina acerca la toxicidad del envoltorio de los chocolates Kinder en Alemania. Resulta que una ONG del país teutón hizo unos análisis y encontró derivados de hidrocarburos altamente tóxicos que se estarían pasando al chocolate a través de los envoltorios. La empresa salió a decir que cumplen con todas las leyes de la UE respecto a los alimentos, pero no han negado la presencia de los hidrocarburos ni su traspaso a los chocolates (que aparentemente no han sido contemplados por la legislaciòn). Lo cierto es que esto despertó una alarma entre los padres, ya que a todos los niños les gustan los huevos Kinder, y ver su nombre relacionado a la palabra cáncer es algo que nos preocupa a todos.

Bien, sea esto cierto o no (que a juzgar por la seriedad de la ONG que hizo el estudio yo creo que lo es), el tema es que los huevos Kinder no son la única fuente de toxinas en la alimentación de nuestros niños. Es un poco difícil escribir sobre este tema, ya que por un lado hay especialistas médicos recomendando el consumo de alimentos que difícilmente resistirían un análisis, mientras por otro lado hay personas de la familia y el entorno cercano que insisten en que los niños deberían comer cualquier cosa, y en el medio estamos vos, yo, todos los padres, tratando de elegir a consciencia y mantener un equilibrio entre una alimentación sana y no encerrar a los niños en una burbuja.

Lácteos

Y sí, imposible no hablar de ellos. La caseína, que es la proteína de la leche, tiene la facultad de ser una composición viscosa y adhesiva difícil de digerir y que por este motivo impacta de manera negativa en los intestinos, provocando daños a la larga, como permeabilidad intestinal, con todo lo que eso conlleva. ¿Tu hijo va a tener este problema por comerse un danonino? No, seguramente no. Pero cuando el consumo de ese tipo de productos es diario y regular, los problemas no tardarán mucho en llegar. Lo que seguramente notes es una abundante cantidad de mocos, saliendo ya sea por la nariz o por los oídos, con alergias, resfríos, otitis o sinusitis. Si eso está sucediendo, probá de retirar los lácteos absolutamente por una semana y ver qué sucede. Como decía el querido Doctor Díaz Walker, si hay alguno de estos problemas, busque la vaca.

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Por otro lado, ya conocemos la triste realidad de las vacas: son mal alimentadas y tratadas con todo tipo de hormonas para mantenerlas con leche, antibióticos para curarlas de las enfermedades que contraen a causa de lo anterior, etc. La leche que se extrae se somete a demasiados procesos: de homogeneización, pasteurización, cambio de color, calidad grasa, etc., y es además aditivada con minerales y vitaminas de dudoso origen. Es muy diferente a la leche que se vendía hace 40 años. Con esta leche se elaboran yogures y postres que tienen además una gran cantidad de azúcar, colorantes, estabilizantes, acidulantes, conservantes y gelatina (hecha con huesos y cartílagos de animales, claro).

Otro tanto sucede con los quesos: la leche de la que se parte no tiene las condiciones más naturales, y los aditivos utilizados bueno… no estoy muy seguro de su inocuidad en los pequeños sistemas digestivos de los niños.

Como siempre te digo: talibanismo cero. Dependiendo de las reacciones físicas de tu pequeño, de vez en cuando podría consumir algún lácteo si es que le gustan, pero siempre observando las consecuencias. Si le gusta el yogur, lo mejor es hacerlo en casa con la receta que aquí te doy. Si le gusta el queso, las colonias menonitas elaboran algo bastante orgánico ya que su filosofía les impide utilizar tecnología de cualquier tipo, aunque habría que hacer un análisis serio al respecto, no tengo la certeza de que sea así al 100%. Hay granjas como Naturaleza Viva, de Santa Fé, que sí elaboran quesos orgánicos.

Golosinas

Otro tema complicado. Si agarrás al azar 5 golosinas de kiosco y leés sus ingredientes, vas a poder armar un muestrario de productos químicos como para surtir un pequeño laboratorio.

Más allá del azúcar refinado que empieza por dañar los intestinos, debilitando el sistema inmunológico, además de aumentar considerablemente las condiciones favorables para la caries dental, que alguien me explique por qué un niño debería tener siquiera acceso a este tipo de productos: colorantes, conservantes, edulcorantes no nutritivos, estabilizantes, gelificantes, JMAF, etc. Si bien algunos son inocuos, está demostrado, otros producen problemas desde el sistema digestivo hasta el sistema nervioso. y problemas de adicción, que con los años se traducirán en obesidad, uno de los problemas más graves en países como EEUU o España.

“¿Pero cómo no le vas a dar un caramelo al nene? Le arruinás la infancia”, y de ahí para arriba, lo escucho seguido. Lo cierto es que la infancia, la alegría, la felicidad y la espontaneidad característica de los niños, tienen poco y nada que ver con las golosinas industrializadas. Nuestro gusto por las cosas dulces es una reacción biológica natural, la leche materna es dulce, y de ahí en adelante buscamos cosas dulces. En general los frutos venenosos son de sabor amargo, y nuestros ancestros aprendieron a elegir de esta manera. A todos nos gusta el chocolate, de eso no hay duda, y cualquier niño que lo pruebe querrá seguir comiéndolo. Lo importante está en descubrir qué marcas tienen la menor cantidad de basura química entre sus ingredientes para ofrecerle a nuestros niños, y hacer en casa algunas golosinas como el mantecol. También podemos hacer galletitas, tortas, budines, utilizando ingredientes orgánicos y frutas de estación y dejando de lado los derivados de la soja transgénica, los aceites vegetales hidrogenados, y todos los otros ingredientes nefastos de la industria alimenticia.

Gaseosas

Me resulta tan obvio que casi olvido incluir este apartado, que será breve. ¿Coca cola? ¿Estás segur@? Un vaso de esta bebida contiene 6 cucharadas de azúcar refinado. ¿Le darías 6 cucharadas de azúcar a tu hijo? Espero que la respuesta sea un no. La cantidad de niños que veo en las calles y plazas bebiendo de una botella de 500cm3 (unas 16 cucharadas) de Coca u otras marcas me llama mucho la atención. La mayoría de estos niños tienen un notable sobrepeso. La mayoría de estos niños padecerán diabetes antes de entrar en la edad adulta. Es hora de poner un freno.

Para ir cerrando…

Que tu niño vaya a un cumpleaños y haya sólo comida chatarra, es inevitable. No podemos privarlo de relacionarse con el resto del mundo. En lo posible que vaya bien comido antes! Y preparate para el empacho y regulá su alimentación después, porque algo seguro va a comer. Cuando esto es la excepción, su sistema digestivo está preparado para limpiarse y estar en condiciones en un lapso breve, pero de todos modos sería bueno evitarlo. Cuando come este tipo de alimentos todos los días, los efectos se irán acumulando y las consecuencias estarán a la vista.

Cualquier cosa que le des a tu hijo y que venga en un paquete, tiene una etiqueta con sus ingredientes: leela con atención y googleá los efectos de aquellos que te parezcan sospechosos. Te invito sobre todo a revisar las etiquetas de los postres, helados y gelatinas de cualquiera de las marcas en polvo para preparar (royal, exquisita, godet) y te vas a espantar un poco.

Ya es hora de que volvamos a cocinar en casa 😀